Él no conocía el amor como yo.
No sabía de cartas ni detalles, de palabras lindas ni conductas cursis.
Él se mostraba frío y distante al momento de abrazarle.
Ahora, el tiempo a hecho lo suyo y lo agradezco, debe seguir trabajando en cuanto al corazón se refiere, y juro que estaré junto a él para ayudarlo, pero para mi es el hombre perfecto.
Avanzamos, luchamos, vivimos y aprendemos juntos...
Uno del otro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario